Sobre el estreno de "El Crédito"

La primera vez que tuve la oportunidad de pararme delante de un escenario a dirigir actores, fue en al año 1996. Roberto Angeles estaba haciendo un montaje doble. "Historia del zoológico" de Edward Albee y "Perdidos en una noche sucia" de Plinio Marcos. Yo tuve una la gran oportunidad de ser su asistente de dirección y siempre se lo agradeceré.

 

A pesar de que pueda no ser evidente a simple vista para la mayoría del público, encuentro dos paralelos importantes entre esa experiencia de hace diecinueve años y "El Crédito". 

 

La primera es temática. Al igual que en la obra de Albee, en "El Crédito" encontramos a dos personajes que sin saberlo ni pretenderlo a nivel consciente, están en un curso de colisión que los llevará a establecer un vinculo que cambiará la vida de ambos fundamentalmente.

 

Detrás de la anécdota que ha juntado a estas dos personas (en una oficina de banco en "El crédito" y en Central Park en "Historia del Zoológico") se encuentra una verdad innegable. Los seres humanos estamos fundamentalmente solos, y debido a eso volamos como cometas en cursos de colisión unos contra los otros, buscando, aunque sea de manera pasajera, la ilusión de la compañía, la comunicación, el contacto.

 

El segundo paralelo es que en "Perdidos..." obra que tambien describe el intento de dos personas distintas de encontrar un escape a la soledad, trabajé por primera vez con Carlos Carlín, el primer actor que dirigí. Hoy casi veinte años después repetimos la dinámica, mas viejos, con mas experiencias, pero con las mismas ganas de hacer teatro que hace dos décadas. Le toca a Carlín esta vez jugar en el escenario con Sergio Galliani, con quien siempre quise trabajar y a quien le agradezco que después de varios intentos, hayamos podido lograrlo.

 

Juan Carlos Fisher, Chela de Ferrari y Los Productores logran algo que yo mismo no creía posible: gracias a su constancia, consistente resultado escénico y terquedad, me han convencido de volver a dirigir a pesar de todas mis objeciones. Gracias a ellos.

 

Casi veinte años después me doy cuenta que estamos contando una y otra vez, la misma historia. La de personas que se buscan unas a otras desesperadamente, en "Historia del zoologico", "Perdidos", aquí  en "El Credito", y finalmente entre los actores y el público, tratando cada noche que su vida cambie fundamentalmente para mejor. Eso es el teatro.